Ni yo me lo creo..

Y vuelvo aquí, al mismo lugar donde empezó todo y me doy cuenta de que nada ha cambiado, de que tú sigues siendo un imposible y de que yo aun no te he olvidado y me pregunto por qué después de tantos años me sigues poniendo tan nerviosa y por qué no puedo parar de mirarte aun sabiendo que vas abrazando a otra. Seguramente tú no te acuerdes, pero en este lugar, en este preciso lugar me enamore de ti,era una niña en ese entonces pero ya sabes lo que dicen: el primer amor nunca se olvida y tú fuiste el mío, por eso hoy no pude resistir la tentación de verte, de mirar tus ojos, de volver a cruzarme con esa sonrisa que no he parado de buscar en todo este tiempo y que por fin se encuentra con la mía y por una décima de segundo supe que te alegrabas de verme.Los dos sabemos que nos perdimos en el tiempo y que el tiempo nos inundo a nosotros, tú seras feliz con otra y yo seguiré aquí porque se que nunca me cansare de esperarte porque se que algún día nos volveremos a encontrar, quizás al final de esta vida o en la próxima, porque el amor, cuando es de verdad, no entiende de tiempo, ni de edades, ni de muerte.Quizás esto es demasiado bonito para ser real, quizás estoy siendo demasiado exagerada y optimista. La otra cara de la moneda no lo pinta así.
Vuelvo a apollarme en aquel coche negro que lleva años aparcado en la misma acera, comiendome una bolsa de pipas con sal, y todos te estamos esperando, llegas tarde, como aquella vez. Vas en bici, como aquella vez. Me miras, pero ya no es lo mismo, tu sonrisa es un: "ey cuanto tiempo" y aquella vez fue un: " presentarmela por favor". Mi sonrisa era la misma, pero más pequeña. La primera vez fue un: "oh dios mio, que me de dos besos ya!" y la segunda fue un: " quiero dos besos". Tu abrazas a otra, igual que aquella vez, y quieres a otra, igual que aquella vez. Pero yo, JÁ, yo soy la tonta de los cuentos de hadas que se quedó con tu sonrisa y aun no la ha soltado. Nunca me llegaste a querer y yo nunca he dejado de hacerlo.
Es triste, pero es así, me he cansado de esperar algo que nunca llegará.