sábado, 21 de abril de 2012


Verás, he de confesarte algo, es todo mentira, es un mero engaño. No son lagrimas, son simples recuerdos en forma de gota.
Suena la canción, un escalofrío recorre mi cuerpo, el pelo se eriza y aprieto las yemas de las manos contra la palma, la mano me tiembla, me la llevo a la boca y mis dientes aprietan, cierro los ojos con fuerza. No puedo contenerme, un millón de imágenes se pasan por mi cabeza.
Parque, banco, beso, mano, canción. Pelo, cielo, feria, coche, madrugada, canción. Pinar, coche, beso, viaje, llantos, música, canción. Beso, caricia, portal, canción.
Es la banda sonora de nuestra historia, bueno, já, historia. Sí, esa historia tan preciosa que pudimos haber sido y que tu te negaste a escribir.
Nuestros recuerdos, de los cuales parece ser que yo heredé todos, ya que tu no quisiste quedarte ninguno, se están escapando de mi baúl de cristal, donde guardo entre sentimientos de seda, cada una de mis sonrisas contigo. Se escapan, y no puedo evitarlo, en forma de tierna lágrima a través de mis ojos.
A veces quiero que se alejen todos, que mi memoria quede pura tras tu eterna ausencia. Otras veces quiero quedármelos para mi, quiero que tu recuerdo me baste para ser feliz, pero ambos sabemos que eso es imposible, que tu recuerdo no me bastará, que siento el dolor de tu ausencia y que sin tu voz...¿Qué voy a hacer sin tu voz?
En el espejo solo veo el reflejo de quien recuerda lo que fuiste ayer. Dicen que el tiempo es la cura, pero nadie me asegura que no vaya a estar aquí, acordándome de ti.

Montaña rusa de emociones.

"Quiero ser tu perro fiel, tu esclavo sin rechistar.." Justo esa canción, justo cantando esa frase camino de mi habitación, cuando me di cuenta de que me faltaba mi móvil, siempre suelo llevarlo encima y ahora no recordaba donde estaba.
Bajo al comedor, miro en el sofá, en el baño, en la cocina. Subo otra vez, miro mi habitación de estudios, mi dormitorio, me subo a la buhardilla.Todos los intentos por encontrar mi móvil resultaron ser inútiles, me empecé a poner nerviosa al recordar que esperaba tu llamada.
Pero al segundo pensé, son las 10 de la noche, me dijo ayer que hoy me llamaría y aun no lo ha hecho,¿ realmente me importa donde esté el teléfono o simplemente el hecho de estar pendiente de el para poder recibir tu llamada? Supongo que será lo segundo.. el problema está en que sé que si no me has llamado ya, dudo que lo hagas. 
Así que, ¿ que cojones me importa donde esté el móvil?   
Supongo que me da igual, ya paso de ilusionarme, paso de pensar en ti, paso de todo este cuento que según a ti te da llega a su fin. 
Hoy te agobio, mañana te ignoro, y ¿pasado? Pues igual pasado me canso de la montaña rusa de emociones en la que me has subido, y me bajo de la atracción, me voy del parque y te quedas solo.
Aunque, sincerandome conmigo misma, sé que eso no va a ser así, o al menos de momento, tengo demasiada paciencia y te quiero demasiado.
Soy estúpida.