miércoles, 29 de febrero de 2012

monday, 1:57 am.

La confunsión muestra su arma más afilada contra nuestro corazón, para arrancar el vacio y hacerlo sustituir por un trocito de alivio mezclado con desconfianza y miedo. 
Nuestra cabeza vuelve a dejar de actuar por culpa del corazón, el cual con sus latidos intenta silenciar los pensamientos y hace reaccionar de forma impulsiva a las lágrimas las cuales vuelven a salir de los ojos bajo un cúmulo de sentimientos contradictorios y un agobio que hace hervir la sangre que recorre el cuerpo. 
Cada célula de la piel lo desea, lo necesita para poder seguir viviendo, aunque en el fondo sabe que ésto no puede seguir así durante mucho tiempo más, que el sufrimiento no es obligatorio, que hay veces en las que hay que ser racional en la vida y no actuar por impulsos que el corazón nos invita a realizar. 
El desconcierto volvió a hacerse presente en aquel silencio el cual fue roto por los sollozos que gritaban confusión y más dolor. ¿Por qué? ¿Por qué no se puede ser más ingenuo en la vida? Así no habría esas contradiciones que nos axfisian y enloquecen. En este caso el estar cuerdo no sirve de mucho, ya que se desconoce de nuevo el error, se busca el porcentaje de acertar de la manera que se desea, pero que en realidad es uno muy bajo, casi impredecible. Un porcentaje diminuto para la cabeza y enorme para el corazón.
Qué es mejor, ¿Reir? ¿Llorar? o sonreir...ya da miedo hacerlo, da miedo actuar...ya que las equivocaciones llevaron a un gran foso del cual vamos saliendo poco a poco, y ésto no sabemos si es una escalera para subir hacia fuera por fin, o una patada que nos lleva otra vez al fondo de todo.
Una actitud distinta cada noche
Alucine garantizado
Te veo por ahí en las calles
Me llamas para una juerga salvaje..
Ooh, es una pequeña fugitiva
La niña de papá aprendió rápido
Nadie oyó una sola palabra de lo que dijiste
Deberían haberlo visto en tus ojos
Lo que estaba rondando por tu cabeza
Fugitiva
En las calles donde vives
Las chicas hablan sobre su vida social
Están hechas de pintalabios, plástico y pintura.
¿Cuántas veces te quedaste encerrado en ese libro?
¿Cuántas veces quisiste olvidar todo aquello, pero te fue imposible?
¿Cuántas veces soñaste una y otra vez que volvías a perderlo todo?
¿Cuántas veces reviviste esa batalla?
¿Cuántas veces escuchaste esos nombres que ni siquiera sabes si existen?
Y, ¿Cuántas veces mentiste?
Despiertas, otra noche más de otras tantas, siempre tienes el mismo sueño, siempre sueñas con la misma mentira que ni tú sabes que significa. Cada paso que das hace que estés más lejos de encontrar la verdad y también hace que te adentres en un mundo que te queda grande, haciendo que te vuelvas loco, que cambies, que te vuelvas oscuro. Una oscuridad que no te pertenece.
¿Y ahora qué dirección debo tomar?
¿Derecha o Izquierda?
Dijiste confuso sin las intrucciones de esta pesadilla.
Más adelante encuentras demasiados seres a los que temes, a los que tan absurdamente te enfrentas.
Norte,
Este,
Oeste,
¿O Sur?
Estás perdido, perdido por qué tú quisiste, miras el camino de tus pies y descubres que por tu culpa muchas cosas cambiaron a peor.
¿Estás lo suficientemente arrepentido o necesitas más?
¿Tus mentiras te hicieron abrir los ojos o aun te falta más para empezar a decir la verdad?
¿El veneno aun es demasiado suave para ti?

no se

No sé lo que quiero hoy, ni lo que querré mañana. Realmente no sé si soy feliz con lo que hago o con lo que dejo de hacer, si tengo lo que quiero o sólo quiero lo que tengo. No sé si estoy rodeada por la gente que tengo que estarlo,tampoco me importa. No sé si voy por el buen camino o me torcí hace tiempo.

CAP.2 HISTORIA

Ya no sé ni qué tiempo hace en la calle. Son truenos lo que oigo o simplemente es el estrépito rugir del tren al pasar, no sé qué hora es, me daré una ducha y me afeitaré, hoy tengo que exponer el proyecto de presas, la verdad que no tengo ganas de esta estúpida presentación.
Miré la parte superior de la mesita, donde descansaba impertérrito ese reloj de mesa que ella me regaló…el reloj rezaba las 3.30 AM, aún es muy temprano. 
Me levanté y fui al cuarto de baño, cuando acabé , ya eran las 4.15, me vestí y intenté desayunar, pero no tenía hambre, así que simplemente me bebí ese café aguachado que descansaba en la parte vidriosa de la moderna máquina de café que también me regaló ella.

Fuí a la estación, mis pasos eran cansinos, casi de anciano, no me importaba ya que tenía que hacer tiempo hasta menos veinte que salía el tren de cercanía.
Una vez dentro, me senté y miré el oscuro paisaje y fijándome el momento anterior al día, observé cómo, poco a poco, las gotas del rocío se dejaban ver resbalando por las hojas de las plantas, recordé un fragmento de ese poema: 

“Queda aún tiempo para la salida del sol
y perladas las plantas impactaba el rocío,
aún no era suficiente el colofón
pues del cielo cayó otro chaparrón.
Mirando por translucido cristal,
sintiendo mi piel en lo más alto de las cimas
ese momento que pisotea a cualquier clímax,
descreía cualquier error fatal.”

Cada frase del poema era mentira, por mucho que mirase, nada cambiaba en mis adentros… Al rato empecé a recordar eso días que pasé a su lado <<esos días calurosos que pasaban lentos, escuchando al viento discutir con el ramaje hueco, esperando aquellas lluvias de otoño, junto a ella, Virgie>>; Zarandeé mi cabeza dejando a tras esos pensamientos y me centré en el discurso de esta mañana.

Al llegar a la oficina me senté en el escritorio y decidí repasar los puntos más importantes de la presentación, cuando acabé me fui hacia la sala de reuniones.
Salió bastante bien, pero aún no paso lo peor, ya que por la tarde tenía que volverla a exponer para los becarios y los del cambio de turno.
Paso el día tranquilo y por la tarde me dispuse de nuevo en mi escritorio, seguí el mismo ritual que por la mañana y entré en la sala de reuniones.
Al salir estaba muy cabreado, esos becarios me sacaban de quicio y mi jefe Rob no paraba de darles la razón…ya era la hora de salir.

Me vestí a horcajadas, cogí mis apuntes sin meterlos si quiera en la carpeta y salí sin dignarme a saludar a Jenny la recepcionista, en ese momento no me di cuenta, pero luego me apenó haberla tratado así, ya que ella siempre era muy amable conmigo.

Sumido en mis pensamientos decidí pasar por los frondosos parques del centro, a ver si se me pasaba el cabreo…pero cada vez que me acordaba de aquella dichosa sanguijuela de Rob me enfurecía más y apretaba el paso… 
Me tropecé con la parte delantera de un banco y mis papeles salieron volando por todos los lados, me agaché a recogerlos y entonces me di cuenta de que alguien me estaba ayudando. 
Era una mujer de larga melena morena, una frente pálida y despejada, sus ojos como la piel de las avellanas, su nariz pequeña a juego con su boca. Le sonreí y le dije:

- Me llamo Samuel, Sam Walter, encantado- dije casi sin aliento.
- Soy Marie, Marie Brizard, lo mismo digo - Sonrió, la sonrisa era algo infantil, blanca y ordenada.
- Que torpe soy, no te he dado las gracias, muchísimas gracias - argumenté brevemente.

Me fui de prisa, no quería se quedara con la cara de bobo que se me pone cuando admiro algo.
Sentado, en el ahora lúgubre y solitario tren de cercanías, me sentí en una nube, no dejaba de pensar en aquella mujer.

domingo, 5 de febrero de 2012

porque, porque, porque NO.

Quizá porque una mirada dice mucho, porque los silencios duelen más que las palabras, porque hay días tan oscuros como la noche, y noches que brillan más que un día, porque hay días para todo, porque todo a veces es nada y porque otras veces nada es todo… Quizá porque el mismo abrazo que adoro, me ahoga, porque aunque me ahoga, me atrapa… Quizá porque no siempre correr significa llegar más lejos, porque lo más pequeño en ocasiones es lo más grande, porque lo más ligero a veces es lo que más pesa. Porque a veces aunque se pierda se gana y porque hay victorias que son derrotas.Porque aceptamos las condiciones solo para no perderle.Porque que haga frío no significa que vaya a llover, y que estemos a 8 bajo cero no implica que nieve. Por que no puedes venir un día y decirme que me quieres, y al siguiente decirme que solo somos amigos. Aunque lo haces cada fin de semana, no deberías.

VEN, despiertame.

Había cometido demasiados errores en su vida, y lo sabía. Pero ahí sigues, de pie en la calle, en este congelado mes de febrero empapándote de vergüenza y lluvia en aquella callejuela solitaria. Durante toda tu vida cometiste demasiados fallos. Demasiados. Pero daba igual, ese eres tú, con todo lo bueno, con todo lo malo. Siente las gotas de lluvia empapando tu ropa, empapando tu piel, empapando tu alma. Oh sí, gilipollas, así te sentías más vivo que nunca ¿no es cierto? A la mierda con todo, se acabó el tirar la toalla. Era hora de actuar.
Ven, búscame, besame. No te aparto, lo prometo, esta vez no.
 Quiere,abraza,sonrie,canta,mira,toca,siente.. y todo con un 'me' detrás. Ven, ve, búscame, despiertame de esta jodida pesadilla en la cual la distancia nos separa.

Como jamás volverá..

Se acabó el cuento. Se acabó un nosotros, ahora solo tú y yo. Se acabó todo. Porque tengo que empezar a quererme más. A quererte menos. A pensar en un futuro, lejos del pasado que me tiene atada. Porque me ahoga. Necesito huir, lejos. ¿Cerca tuyo? No lo sé. Necesito olvidar, empezar a vivir. Caminar. Porque empiezo a asumir que lo nuestro se acabó. Que tus ojos ya no son míos. Que tus labios hace tiempo que los perdí, y que seguramente me los atribuí sin ser nunca míos. Que tu sonrisa... ¡Ay tu sonrisa! ¿De quién sera ahora? Y me mata pensarlo. Necesito que este nuevo año, 2012, me ayude a no volver a cometer los mismos errores. A convencerme, que desde que no estás tú, ya no soy yo. A conseguir, el pseudomilagro, de que te tragues el orgullo, y plantarnos frente a frente. Tú y yo. Como antes. Como siempre. Como jamás volverá a ser.