jueves, 28 de junio de 2012

Insaciables.


Whisky, chocolate y quizás limón. Su metal es la mezcla de ese sabor.
Estábamos en el sofá, todo parecía normal. Nada nos pudo hacer presagiar lo que después nos iba a suceder, una enorme transformación en fieras ardientes de amor.
Todo empezó con suaves caricias, sus manos entraban en mi camisa y mi piel se estremecía. Poco a poco la habitación y con ella el ambiente se iba caldeando a pasos gigantescos. Sin darnos cuenta, beso tras beso sin poder parar, era puro vicio y sin poder controlarlo.  Fuera camisa, fuera todo. Corazones desnudos y abiertos a cualquier opción de fundición.  El mundo y el reloj del tiempo nos daban igual. Lo que en un principio eran suaves caricias ahora ya eran algo más, ya que la pasión penetraba cada vez con más y más intensidad.
Tu susurrabas que querías más y más y yo nunca me cansaba ni tampoco podía parar. Insaciable parecía y te hacía estremecer, fundidos con las mantas, gotas de sudor que ardían en tu habitación. Aun puedo sentirte al recordar el tremendo placer que emergió en los instantes que nos transformamos en fieras salvajes hambrientas de deseo.
Me convertiste en una fiera insaciable. Y esta  noche no tengo ningún plan, igual tu sabes.. quizás puedas presagiar..

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