sábado, 5 de marzo de 2011

El mar.

Quiero formar parte de esos trozos salinos que quedan en la orilla, sólo para unirme a tremendo espectáculo, a enormes sensacionesVivir como el mar, tan solitario, singular, pero inmensamente magnífico. Tan aislado pero a la vez, tan lleno de todo. Escondiendo un mundo, exhibiendo su esplendor, imponente, temible... Cuántas vidas se llevó, cuántas vidas guarda dentro.
Y miro más allá de mi ventana para imaginar que el piso de mi habitación es ese suelo arenoso que me recuerda al protagonista de uno de los mejores paisajes que puedo presenciar.
Eterno, infinito y majestuoso. Las palabras no me alcanzan.

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