martes, 6 de noviembre de 2012

Ven, que mi manta quiere compartirme contigo.

Y aquí estoy, sentada junto a la ventana, con mi dulce manta y el ordenador. Sentada en el sillón, con la ventana abierta de par en par, oliendo la lluvia caer y escuchando ese olor salino que entra por la ventana mientras me tomo el café ardiendo que, al saborear caldea mis rosadas mejillas que se hielan con la lluvia.
Y es ahora cuando me pregunto si realmente te quiero, si todo esto es real. Por que yo estoy aquí, y tu estás allí.Hoy te echo de menos, miro la lluvia y me pregunto si tu también estarás pensando en mi.
Son muchas las veces que veo tus defectos, al igual que tu verás los mios, pero son esas veces las que pienso, que eres tan imprescindible en mi vida ahora mismo, que ni aunque fueras la persona más horrible del mundo, podría alejarte de mi. Te quiero, claro que te quiero. ¿Cómo no te voy a querer? Pero, sabes que pasa, que hay momentos, en los que si pudieras estar conmigo, si el mundo nos permitiera estar juntos, serían perfectos, de esos que cuando los vives piensas 'ojalá alguien pudiera fotografiarme ahora, y así guardarme este momento para siempre' y no estás, nunca estás. Por ejemplo ahora, ahora estoy con el sillón pegado a la ventana, y tengo el otro enfrente, vacío  Te imagino sentado sobre el, o quizás yo sentada sobre ti, abrazados, compartiendo manta y compartiendo calor, disfrutando de este momento tan ácidamente dulce. Y no estás, nunca estás.
Vives tu vida separada de la mia, tan lejos pero a la vez tan..¿cerca?No, sigues lejos.
Ya habrá tiempo para tardes como esta, no lo dudo. No te vayas aun, que tengo mucho que darte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario