domingo, 3 de abril de 2011

22-08-77

Un abismo que se estrecha y estremece a los corazones. Tus palabras escritas en papel, un fenómeno visible, no una fotografía en blanco y negro, sino tus memorias, tus letras.
"...pero no se asusten que no es nada grabe", es notable como al destino le molestó aquella oración, porque el negro de la nada fue la explosión del todo. Porque no estás.
Porque esto era un blog y ahora es una tabla de ouija. La casa del lago cibernética.
Y dejo lo que sea, me olvido de mi vida si querés, por otra carta. Simulando que contestaste a mi anterior llamado, sabías lo que pasaba.
¿Cuántas? ¿Cuatro? Sí, cuatro veces tuvieron que tomarte la fotografía del documento por no querer recortarte las patillas. Que rebelde eras con tus corbatas y sacos.
Y en Verónica no había bailes, tampoco mujeres.
Y yo con la espalda contra el ropero, eufórica. Una carta.

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